30 sept 2009

Bernardo Gornals y familia

Maldito Sábado día 4.
Maldita hora, 4 de la tarde.
Maldita coincidencia.
Maldito el momento de una huida.
Maldita la desgracía de unos malhechores.
Malditos por ser malditos.
Tanta maldición nos privó de un buen hijo,
de un buen amigo, de una buena persona.
Bendito Guille estes donde estes.

Como padre no puedo ni imaginar el dolor que se puede sentir
con la perdida de un hijo, pero si se lo que se siente cuando
se pierde a un buen amigo a esa edad en la que compartes alegrias
y tristezas, juergas y castigos, que se entrecruzan ideas y dudas de futuro.

Todo desaparece en unos segundos pero lo que no se borrará nunca es el recuerdo de ese ser que nos acompañara toda la vida.