12 jun 2009

Victoria Sobrino Llull


Sé que he tardado en escribirte, pero sinceramente no sabía qué decir después de todo lo ocurrido. De todas formas, prefiero no pensar en aquel día gris que ha hecho que ya no estés con nosotros, con tu familia y con tus amigos que tanto te queremos. Todos hemos luchado para que se haga justicia y esperamos que así sea.

No, prefiero quedarme con tus buenos momentos, con tus risas y con tus frases, con tu mp3 lleno de música “pastillera” y con tus pantalones vaqueros siempre caídos
¿Te acuerdas de la olimpiada? Vaya broma, nos metimos para librarnos del examen y al final tu y yo nos aliamos para no hacer nada y pasar de todo.
¿Qué me dices de nuestro primer botellón en el marítimo? Ahí había más zumo y chuches que alcohol creo yo!!
¿Y las clases de 4º? Sentarme a tu lado fue lo mejor que hice porque era un no parar de hablar y de reír. Además, fue a partir de ese año cuando empecé a conocerte mejor y a apreciarte tanto.
¿Y las sesiones de singstar? ¿Y las fiestas? ¿Y los viajes? ¿Y…? Son tantos los momentos a tu lado, que sería del todo imposible olvidarlos.

Me encantaba la tranquilidad y la calma con la que te tomabas las cosas, eras amigo de tus amigos y ayudabas a todo aquel que lo necesitara. Cuando lo pasé tan mal supiste estar a mi lado e incluso viniste a verme y te atreviste a entrar, algo que muchas personas no hicieron. Me demostraste lo que significa realmente un amigo, y gracias a ti aprendí a disfrutar de la vida y a aprovechar los buenos momentos.

Hoy hemos acabado selectividad, y tú deberías haberla hecho con nosotros y sacar la notaza que seguro ibas a sacar. Pasar los mismos nervios, apoyarnos unos con los otros y al final darte cuenta que no era para tanto.

Me cuesta expresar lo que siento y sé que quizás nunca te dije cuanto te apreciaba como amigo, pero sé que tú lo sabías y así me lo demostraste.

Eres de las mejores personas que he conocido y conoceré nunca, y esté donde esté y haga lo que haga, te aseguro que siempre tendré tiempo para pensar en ti.
Para mí, existirás siempre. Te quiero, y gracias por todo amigo